Aquel día fuiste
como una flor que
se admira y se acompaña,
por un instante
sabiendo que pertenecias
a otro jardin.
(Cambiaste mi vida,
hiciste el milagro de hacerme amar)
Estabamos solos por primera vez,
solos en un lugar donde no nos conocian,
solos, sin miradas indecentes
ni sonrrizas burlonas,
solos, perdidos en la ciudad.
Me costo tanto separarme de tí...
Aquel día nos dimos cuenta
de lo ironico que puede ser
el azar.
No comments:
Post a Comment