No me decido a escribir,
eres tan bella
que ningun idioma
puede describirte,
a tu lado me senti
flotando en un mar de alegría;
soltaste las amarras
de mi imaginación y desnudaste mi corazón
cuando se moria de hastío.
No me decia a escribir
un poema de amor,
pero es inolvidable,
me rindo al hechizador
destello de tus ojos.
Tambien no me decidia a escribir
porque quisas este
poema sea como otros,
que solo sirven al olvido...
Ahora, es demaciado tarde.
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