Lluvia de verano, de tardes grices,
limpias las calles de mi ciudad:
Aquí te traigo una flor muerta,
si eres el llando de nuestras nuves
sentiras la perdida de este azahar
o de esta rosa antes tan roja,
ahora no es nada si ella no esta.
Cuanta tristeza hay en mis ojos,
veo un jardín sin flores pasar.
Allí nacieron en otros tiempos
tres rosas fuertes por el azar,
la primera flor que nacio,
rompio y formo un mito,
otra nacio entradon allí donde
raiz nunca,
planto hasta hacelo adicto,
la última con sus raices todo lo unio,
todo lo unio y curo las grietas.
Ahora el jardin solo puede tener
sus tres cadaveres quemados.
Cierro los ojos porque mi llanto
al de las nuves acompaño,
vuelvo a la lluvia y a mi muerta flor,
salvala tu con tus milagros,
lluvia de amor.
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